Escrito por Noemi Montemagno
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A) Enfrentar el dolor (la realidad dolorosa) B) Aprender de esta realidad que nos toca vivir C) Otorgar al sufrimiento un sentido, y en este proceso D) Dar un nuevo significado a la vida. De esta manera dejamos amplia libertad a cada padre para que haga su aprendizaje y encuentre sentido a su vida, a su sufrimiento. Así, el padre que a través del dolor descubre (asombrado) su dimensión espiritual, y a través de ella su capacidad de trascender y renunciar a su sufrimiento, lo hará a través de lo que escucha, cada vez diferente, en RENACER; de su propio camino intuitivo, alimentado por el AMOR que encuentra en el recibimiento y en las reuniones en si, y no lo hará porque lo leyó en los objetivos. Así también decimos que la paz y la serenidad no son un objetivo en si mismos, sino el resultado de una tarea bien hecha: al trascendernos para acercarnos al otro ayudándolo a recuperar la esperanza, nace en nosotros una paz interior profunda y perdurable.
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